Aislar acústicamente nuestra vivienda trae consigo múltiples ventajas, nos aporta una sensación de bienestar general y aporta calidad a nuestra vivienda. Descuidar el oído puede arruinar un edificio cuando el ruido de la calle no permite dormir, aún así, es más fácil que te moleste el piano o guitarra de tu vecino que el ruido de la calle, puesto que el umbral del ruido doméstico permitido está en 50 decibelios.
La acústica tiene una relación directa con la salud y contiene su psicología. Tener una vivienda insonorizada, nos hará ganar en salud.
Para aislar correctamente una vivienda, lo primero es resolver uniones entre elementos, separando así las áreas ruidosas. Esto se ha de realizar a la hora de la construcción de la vivienda. A pesar de esto, se puede aislar una vivienda perfectamente aunque ya esté montada.
Un buen aislamiento acústico tiene que ser resistente al fuego y además, aislar térmicamente. Para reforzar el aislamiento acústico, hay que fortalecer las parte más débiles, que son los huecos de la fachada (el vidrio, la carpintería y el cajón de la persiana).
Hay que tener en cuenta también, que lo que más suele molestar a la gente en cuanto al ruido, es el que producen sus vecinos, ruido que muchas veces no tiene que ver con el mal aislamiento acústico, sino, con la falta de civismo de la gente, por esto también es aconsejable el estudiar aislar el interior de la vivienda.