Por muy bien que esté cuidado un edificio o una vivienda, las temidas grietas en las paredes siempre acaban apareciendo. En la mayoría de los casos, son pequeñas, y vienen del desgaste, de pequeños movimientos del edificio y casi siempre del cambio de temperatura.
En otras ocasiones aparecen cuando ha pasado poco tiempo desde la construcción del edificio. Se producen cuando se da lo que se llama el asentamiento del edificio, y precisamente se llaman así, grietas de asentamiento. No suelen ser preocupantes, pero las grietas en las paredes siempre resultan molestas y antiestéticas. Además, restan valor a la casa si son muchas y se notan bastante. Pero en otros casos hay que tomar medidas porque pueden afectar a la estructura del edificio y causar problemas.
La principal reacción cuando aparecen grietas en las paredes es repararlas. Pero no siempre se sabe qué hacer para conseguirlo. La mayoría, sobre todo las que son pequeñas y poco más que fisuras, tienen una reparación sencilla y rápida. Pero las más profundas puede que requieran intervención de especialistas, y no solo de albañiles y pintores. Por lo tanto, lo primero es conocer los distintos tipos de grietas.
Tipos de grietas que pueden aparecer en paredes
Las grietas que aparecen en las paredes de un edificio o de una vivienda pueden ser de distintos tipos. Las menos preocupantes son las que aparecen en la pintura de las paredes y los techos. Son superficiales, y el problema que presentan al aparecer no va más allá de la estética. No hay que preocuparse mucho por ellas. Pueden repararse con facilidad, solo hay que tener un poco de maña y pericia para hacerlo.
En caso de que la grieta tenga un aspecto más profundo y esté en la mampostería es cuando hay que preocuparse. Además, de en las paredes también aparecen por el techo, y pueden ser un síntoma de problemas más graves, aunque generalmente no son vitales para el edificio. Eso sí, conviene prestarles atención cuanto antes para que no vayan a más. Las que aparecen en muros que dividen estancias en interiores, aunque sean muy profundas, no suelen implicar problemas estructurales.
Otra cosa son las grietas que aparecen en los elementos estructurales del edificio. Estas son las más peligrosas de todas. Se encuentran, por ejemplo, en las vigas o en los muros de carga, y también en los pilares. Si aparecen, hay que actuar cuanto antes para evitar problemas graves, que podrían incluso llevar al derrumbe de la vivienda o la estancia en la que se encuentran.
Qué medidas tomar ante los distintos tipos de grietas
Como hemos visto, en función de los tipos de grietas, hay que obrar de distintas maneras. Las grietas en la pintura se pueden reparar, en muchos casos, sin necesidad de recurrir a un especialista. Basta con quitar la pintura hueca y usar un poco de masilla especial para tapar grietas en la pared, y pintar encima una vez se haya secado.
En caso de que la grieta esté en el techo, será necesario quitar la pintura y colocar una malla elástica en la zona en la que se haya producido la grieta. Después se protege con pasta y, cuando se haya secado, habrá que lijar la superficie. Por último hay que pintar de nuevo sobre la zona. Las grietas, tras un par de manos de pintura, habrán desaparecido.
Como hemos mencionado si la grieta aparece en las paredes y afecta a la mampostería, no conviene aventurarse con reparaciones caseras. Es importante contratar los servicios de un especialista en reformas para que examine la grieta con detenimiento. También para que valore si es necesario tomar medidas que van más allá de tapar o no la grieta.
En el caso de las grietas que afecten a elementos estructurales, lo mismo. Es necesario contratar los servicios de un especialista. Pero en este caso, además de revisar la grieta, es necesario que busque si hay otras más en el edificio. Será entonces necesario realizar un estudio de la estructura del edificio, para ver si es necesario realizar obras de gran envergadura por la presencia de daños estructurales.
Si las grietas que has encontrado en tu vivienda son de este último tipo, conviene además que avises a un especialista cuanto antes. Pueden ser un indicativo de daños serios en la estructura del edificio. Por lo tanto, si se dejan pasar, los problemas pueden aumentar y ser mucho más costosos, y complicados, de corregir.